Otra de sus virtudes es su sentido innato del corte. El diseñador ajusta sus creaciones sobre la misma silueta y drapea la tela directamente sobre el cuerpo, sin dibujo ni patrón. Sus inicios en el mundo de la moda comienzan cuando solo tenía nueve años, edad en la que confeccionó un vestido para su hermana. Siendo adolescente empieza a vender sus colecciones a las mujeres del barrio. Con 18 años ya había creado su propia casa de costura, supervisando a una quincena de costureras e incluso recibiendo pedidos de hasta 60 vestidos por ceremonia. Fue pionero en conquistar los mercados de Medio Oriente donde una clientela privilegiada le sigue fielmente.
En 2000 presentó en París sus desfiles de alta costura y desde 2006 es miembro corresponsal de la cámara sindical de la Alta Costura, título que comparte con Valentino y Armani. Un genio que sigue demostrando que lo suyo es la combinación perfecta entre la agua y el hilo y una imaginación desbordante la misma que da forma a sus vestidos que van desde el glamour de los años 50 hasta la arquitectura de Le Corbusier.
Por si todavía no lo sabíais este gran diseñador colabora con Pronovias donde cada año elabora su pequeña colección de prêt-à-porter. En esta ocasión ofrece doce vestidos en los que apuesta por la silueta tradicional, marcando el talle. El protagonismo del vestido es de las aplicaciones florales que aportan textura y movimiento a los tejidos de la temporada: tul, encaje, raso de seda brillante y gasa con una elaboración totalmente artesanal pero eso sí no apta para todos los bolsillos.Para las que no podemos permitirnos uno de sus diseños, al menos disfrutaremos del trabajo de un modisto que seguirá revolucionando la alta costura con unos vestidos de ensueño con los que asegura su única ambición es "introducir belleza en la vida de las mujeres". Algo que consigue con todas sus creaciones.

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