miércoles, 16 de octubre de 2013

Una boda de lujo con más de un patinazo

No podía dejar pasar una boda tan mediática como la de María Colonques, hija del presidente de Porcelanosa, para comentar los aciertos y desaciertos de un enlace plagado de caras conocidas y todo un despliegue de diseños en el que triunfaron los vestidos cortos y sobrios y en el que ninguna invitada brilló de manera especial. La novia demostró tener buen gusto a la hora de elegir al diseñador de su vestido, nada menos que el libanés Elie Saab, que firmó un espectacular modelo color nude con escote palabra de honor y brocado en pequeñas flores formando líneas horizontales. Para mí el primer acierto del enlace que combinó a la perfección con un discreto velo de tul y un semirecogido muy sencillo con el que destacaban todavía más los pendientes largos de brillantes que lució la novia. El bouquet de flores blancas fue la mejor opción para acompañar a un vestido enteramente bordado con pedrería. Muchos criticaron que debería haber sido más especial al diseñarlo especialmente para ella en lugar de tan parecido a los vestidos de alta costura realizados por el libanés.
Después de la novia me resulta complicado elegir a la más elegante de las invitadas porque ninguna arriesgó con sus vestidos y más de una metió la pata en su elección. Pero si tengo que elegir, aunque os sorprenda, me quedo con las invitadas más mayores y que, para mi gusto, fueron las más elegantes: Isabel Preysler de Óscar de la Renta y Carmen Martínez-Bordiu de Zahair Murad. La primera combinó a la perfección un vestido blanco con lunares negros y cuerpo de encaje con unos espectaculares zapatos de Christian Louboutin y la segunda brilló con un vestido repleto de pailletes en vivos colores que supo mezclar con complementos en rojo pasión. También me pareció acertada la elección de Amaia Salamanca que optó por un holgado vestido azul noche con dibujo en azul oscuro y manga tres cuartos, que combinó con un clutch fucsia aunque tampoco llamó especialmente la atención. Y en mi corta lista de las mejor vestidas al evento incluyo el vestido de Azzaro en color Frambuesa de Charisse Verhaert, mujer de Julio Iglesia Jr. Que aunque simple resultó acertado.
Del otro lado de la balanza incluyo a las hija de la musa de Porcelanosa: Tamara Falcó y Ana Boyer que no supieron estar a la altura de su predecesora. El estampado floral sobre fondo negro que lució Tamara le echaba varios años encima y me pareció excesivamente corto para una boda, otro fallo de su hermana Ana Boyer que siempre opta por vestidos cortos e hiperajustados combinados con altísimos zapatos de plataforma que no le favorecen. En esta ocasión escogió un vestido rosa palo de escote en V, cuajado de pailletes y complementos en nude y dorado con el que apenas llamó la atención. Sin olvidar que nunca arriesga con el peinado y opta por una melena suelta y lisa sin nada de forma.
En mi lista de las peor vestidas ocupa un lugar destacado Astrid Klisans, la mujer de Carlos Baute, que optó por un sosísimo vestido cóctel en dorado con complementos en negro con el que prácticamente pasó inadvertida. Todo lo contrario que María José Escalona, mujer de José María Manzanares, que sí que captó toda la atención pero por su desmesurado uso del rojo con un vestido de Valentino de encaje con falda vaporosa acompañado de unos zapatos rojos y un bolso nude. El vestido no le favorecía y los complementos apagaban el look. Además todas las invitadas jóvenes llevaron el pelo suelto y ninguna se atrevió a lucir un elegante recogido o tocado tan de moda en este tipo de eventos. Por último, no puedo cerrar este post sin mencionar a la siempre original Cayetana de Alba que captó todas las miradas con un vestido con falda abullonada y detalles en 3D. Puede resultar excesivo pero al menos arriesga y demuestra estilo propio no como el resto de invitadas que, sin embargo, podrían ser sus nietas.










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